El nombre
Según la RAE, la zambomba es un instrumento musical, de barro cocido o de madera, hueco, abierto por un extremo y cerrado por el otro con una piel muy tirante, que tiene en el centro, bien sujeto, un carrizo a manera de mástil, el cual, frotado de arriba abajo y de abajo arriba con las manos húmedas, produce un sonido fuerte, ronco y monótono.
Esta celebración sin duda toma su nombre de dicho instrumento, indispensable en toda buena Zambomba que se precie.
En los últimos años se ha venido arrastrando una polémica en relación al nombre, ya que hay muchos que afirman que se van de «Zambombada» o de «Zambombá», a lo que los expertos han sentenciado que lo correcto es hablar de Zambomba.
Es muy típico de nuestra zona añadir a las celebraciones los sufijos -á o -ada. Escuchando el habla de los habitantes en la provincia gaditana, esto se hace muy obvio cuando hablamos por ejemplo de la fiesta gaditana en carnavales cuando se comen los famosos ostiones (ostioná /ostionada), los erizos (erizá/erizada) o en la misma celebración de las carreras de motos, algunos dicen motorá y otros motorada…
Sea como sea, se me antoja que lo importante es la esencia de las fiestas, lo que las hacen únicas y espléndidas, eso que atrae tanto a los habitantes como a los extranjeros a querer vivir y experimentar de qué se trata…
El origen de la zambomba jerezana
Por allá por el siglo XVIII, las navidades era tiempo de reuniones familiares, con amigos, pero sobre todo, vecinales.
Muchas de las espectaculares casas señoriales jerezanas fueron arrendadas por partes, por lo que no era nada extraño que en un mismo edificio viviesen varias familias. Por lo que a mí respecta, mis abuelos maternos y paternos, así como mis padres, se criaron en esas famosas casas de vecinos, en las que todos se conocían y se ayudaban desinteresadamente.
Bien es sabido la costumbre de la gente del sur de hacer vida fuera de las casas, y para esto, el patio del edificio jugaba un papel primordial.
Cuando las casas señoriales eran ocupadas por una familia, el patio era testigo de todo cuanto acontecía en ella, y más tarde, cuando se convirtieron en casa de vecinos, muchas eran las horas que sus habitantes pasaban en el patio compartiendo confidencias, problemas, recetas de cocina, cuchicheos y chismes… ¡La vidilla se cocía a fuego lento en los patios!
Si bien el verano invitaba a pasar largas horas al fresco del patio, así ocurría también durante el invierno, al abrigo de una hoguera con la que calentarse.
Al llegar la navidad, los vecinos bajaban como de costumbre al calor de la candela del patio, aportando cada uno comida con la que calentar el estómago, pasteles con los que endulzar la convivencia y, por su puesto, buen vinito de jerez y el anís, ese licor que además de entonar el cuerpo, la botella servía para entonar las coplillas y los villancicos típicos de esta época del año, con el sonido que produce al pasar por su superficie ondulada cualquier cubierto de metal.
Además de la botella de anís, algunos bajaban las zambombas y las panderetas, para animar el arranque de esos tradicionales villancicos que, al celebrarse también en las calles de los barrios flamencos, se fueron dotando de guitarras, cantes y bailes flamencos.
Y con todos estos ingredientes, ¡la zambomba ya esta formada, señores!
La zambomba, BIC desde 2015
Finalmente, en 2015 El Consejo del Gobierno de la Junta de Andalucía incluyó la zambomba jerezana junto a la de Arcos de la Frontera en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz como Bien de Interés Cultural.
Fue entonces cuando las zambombas comenzaron a proliferar en la ciudad, extendiéndose además de peñas flamencas, hermandades de Semana Santa y barrios por discotecas, bares y pubs. Tanto es así que cuando tradicionalmente las zambombas comienzan a celebrarse después del puente de la Inmaculada en diciembre, hoy en día es común ver anunciadas zambombas desde mitad de noviembre… (cualquier año nos vamos disfrazados por Halloween con la zambomba, madre del amor hermoso…)
¿Cómo se cuando y dónde se celebran?
Afortunadamente, para todos aquellos visitantes que no saben qué día venir, y para los pejigueras que no se quieren perder una, la página web del ayuntamiento de Jerez, así como otras muchas, y las redes sociales, recopilan en una gran lista por días las zambombas que se celebran, así como la hora de inicio (que no la de fin, ya que es un misterio digno de cuarto milenio…)
Y recuerda, si vienes de zambomba, no te olvides de visitar también los magníficos y tradicionales Belenes expuestos por la ciudad en iglesias, asociaciones, escaparates de tiendas y muchos más locales…
Si además quieres aprovechar para dar un paseo por la ciudad y conocer sus principales monumentos, curiosidades y anécdotas, contacta conmigo por aquí o mis redes sociales.