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La esquinita más bella de Jerez

Palacio de Gracia. Jerez de la Frontera.

Los orígenes…

en el siglo XV, el monarca español Enrique IV quiso visitar la ciudad.

No pudiendo alojarse en el alcázar como de costumbre, debido a su serio estado ruinoso, ordenó la construcción de unas casas con idea de donarlas al alcaide Don Esteban de Villacreces.

El palacio se alzó junto al Convento de las monjas de Santa María de Gracia, por lo que recibió el nombre de el «Palacio de Gracia.»

Con el paso de los años, los herederos fueron realizando modificaciones en el edificio.

La hermosa decoración de esta esquina del palacio fue añadida en el siglo XVI, cuando María de la Cueva y Zurita hereda la casa de su tía Luisa de Villavicencio y Zurita. Cuando María casa con Francisco Ponce de León y Basurto, la pareja decide ejecutar esta joya del edificio.

Eligieron a Fernando Álvarez, conocido en la ciudad por la impresionante fachada de otro hermoso palacio jerezano, el Palacio Riquelme.

Estilo y composición

Sabemos que la obra data del siglo XVI por la cartela en el lado inferior derecho del ventanal que marca la fecha 1537.

El estilo, por tanto, es renacentista. Sin embargo, debido a la profusión, tipo de decoración e iconografía, podemos hablar de plateresco.

El ventanal se estructura de la siguiente manera:

  • Parte inferior: doble friso o podio.
  • Parte media, sobre el friso o podio anterior: vano germinado con arcos de medio punto y un parteluz. Los envuelve otro arco, que descansa en dos pilastras cajeadas con decoración de candelieri. En los laterales, dos columnas abalaustradas cierran la composición.
  • Corona: friso rematado por cornisa.

La iconografía.

En la parte inferior:

  • derecha: cartela con año de finalización, 1537.
  • izquierda: representación de la palabra «año» mediante la cara de un anciano gritando, con alas, flanqueado por dos tenantes mitad hombre, mitad vegetal, que tiran de anillas a ambos lados del anciano por unas cuerdas.

El grito del anciano muestra la preocupación por el paso del tiempo.

El que lleve alas indica que “el tiempo vuela.”

Friso entre cartelas:

  • “Omnia pretereunt preter amare Deum”: todo pasa, menos el amor de Dios.
  • “Vanitas vanitatu um et Omnia vanitas”: vanidad de vanidades y todo es vanidad.

Friso:

  • parte izquierda: dos amorcillos de cuerpo entero sostienen en sus cabezas cestos con flores y frutos, separados por una copa llena de lo mismo. Sobre la cabeza de otro amorcillo, se apoya un busto de una joven con cinta en el pelo y frente, que se entremezcla con corona de adornos frutales. La joven está flanqueada a su vez por pequeñas cornucopias frutales.
  • parte derecha: un amorcillo de cabeza desproporcionada con cuerpo ondulante pisa la cabeza de otro. Su mano derecha sujeta una antorcha de la que cuelga un yelmo, y la izquierda sostiene una lanza o arco del que pende una coraza. La cabeza del amorcillo sirve de base para un busto de mujer de avanzada edad con tocado de medialuna o rodete, que sostiene una antorcha en la mano izquierda.

Ambas mujeres podrían ser figuras alegóricas de Hémera y Nicte, es decir, el día y la noche. Cuando Hémera aparece en el horizonte, Nicte desaparece en el Tártaro.

En la parte media:

Este lugar está ocupado por tres escudos heráldicos de las familias:

  • Villavicencio-Zurita
  • Ponce de León
  • De la Cueva.

Para sostener los escudos se encuentran entre los mismos dos tenantes o ángeles. Son de aspecto juvenil y viril, por lo que puede tratarse de ángeles o la representación aniñada de la Niké o Victoria.

Los espacios entre los arcos de medio punto inferiores y el superior están ocupados por dos figuras, rodeadas por coronas florales con dormideras y frutos:

  • la de la izquierda con aspecto de varón de madurez, barbado.
  • la de la derecha, de mujer, doncella hermosa, con cadenita que adorna su tocado de la que pende una medalla que reposa en su frente.

Ambas figuras podrían representar los dueños del palacio.

No obstante, podría tratarse de las de Hades y Perséfone: Hades, hombre avanzado en edad al cuidado del inframundo, se enamoró de la bella ninfa Perséfone. Hades se las ideó para engañar a Perséfone (aquí entra en juego las dormideras) llevarla al inframundo. Su madre la fue a buscar y llegó a un acuerdo con Hades para que durante el otoño y el invierno su hija se quedase con él en el Tártaro, mientras que en primavera y verano permanecería junto a su madre. De esta manera se originó las estaciones.

Las pilastras y el arco que contienen los relieves anteriores son de decoración profusa de grutesco.

  • la de la izquierda vuelve a mostrar dos retratos superpuestos de perfil sobre cabezas de animales, frutos y hojas. El del hombre es maduro y el de la mujer joven.
  • la de la derecha muestra seres mitológicos mitad carneros alados y mitad serpientes sobre decoración de candelieri, con motivos frutales, armas, yelmo, escudo, tambor…

El arco mayor que contiene lo anterior, también decorado con candelieri, con cabezas de hiena, amorcillos, jarrones, frutos, cabezas de carneros… En el centro, una vasija con forma de «lekythos» (similar a los jarrones que usamos para las flores)

Las enjutas de los arcos muestran dos medallones con retratos acompañados de figuras famélicas y deformes:

  • el de la izquierda: persona joven con casco en forma de halcón y con alas desplegadas. Debido a la suavidad de los rasgos faciales podría ser tanto hombre como mujer. Podría tratarse la representación del dios Mercurio.
  • el de la derecha: joven vestido a la manera de la época, con sombrero y cadena en el cuello.

Corona:

En el friso se contempla un relieve decorado con grutescos:

  • compuesto de cuerpos de ancianos con piernas de plantas, niños a la grupa de seres fantásticos, armas rodeando la cabeza de un niño con forma de jarrón del que sale una pequeña cornucopia, máscaras con expresiones espantosas…
  • parte central (esquina de la ventana): se observa la cabeza de un amorcillo con ojos cerrados junto a un insecto alado. En la cabeza del amorcillo se apoya una vasija en forma de crátera engalanada.

Dicha composición podría hablarnos sobre el bien y del mal, así como de la «Caja de Pandora» ya que parece que del interior de la crátera central procede toda la representación.

¿Qué te parece?

Seguro que Jerez te suena por muchas cosas pero pocos son los que descubren estos tesoritos dispersados por la ciudad.

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Gracias.

Carolina

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